Trabajos realizados por los alumnos de 2do año de Periodismo Integral y Deportivo en la cátedra Redacción Periodística con el docente Luis Rodrigo.
Los alumnos de 2do año de la carrera de Periodismo Integral y Deportivo tuvieron su primera clase de manera presencial y luego conocieron el estudio de radio del IES.
A continuación, tramos de textos de los alumnos-cronistas, producto de un ejercicio en el Taller de Redacción Periodística.
Todo fue raro
(Constanza De Biase)
Por primera vez desde que arrancaron el cursado, pudieron conocerse entre ellos. Solamente se habían visto vía Meet. Todo fue raro porque habitualmente en un espacio educativo siempre hay mucha gente, pero en esta ocasión, como siempre a raíz del Covid-19, eso se redujo al máximo.
Ingresaron de a uno, se les midió la temperatura y les colocaron alcohol en las manos, algo que ninguno de los chicos se iba imaginar hace unos años: que cursarían la carrera elegida bajo un protocolo sanitario de cuidados frente a un virus poderoso.
Con la experiencia linda e interesante que tuvieron hoy esperan seguir de esta manera para realizar prácticas con todas las herramientas que brinda el Instituto de Estudios Superiores, que no las podían aprovechar.
Fuera del “Aula Meet”
(Joaquín De León)
Luego de un año en un aula denominada “Google Meet”, este miércoles 12 de mayo por la tarde, los alumnos de 2do año de Periodismo tuvieron su primer encuentro en Tucumán al 2721, lo que habían proyectado un año atrás.
Los estudiantes estaban entusiasmados de conocerse en persona. No paraban de reírse y verse las caras, asimilando los rostros de sus compañeros que antes estaban representados por círculos y letras en la pantalla, o por alguna foto.
Los invadió el buen humor de esa primera clase con la profesora María Silvia Cabrera, y luego los chicos recorrieron el instituto y conocieron el estudio de radio y televisión, para después finalizar la jornada que tanto anhelaban y que tanto los movilizó.
Nuevas sensaciones
(Juan Manuel Olivero)
La pandemia de Covid-19 provocó muchos cambios difíciles de asimilar en la sociedad; uno de ellos fue la ausencia de los jóvenes en las universidades y los institutos terciarios. Una situación tan común, cursar en un aula, verse las caras, hablar sin micrófonos, oírse sin auriculares, se volvió un anhelo.
Después de más de un año, los alumnos de segundo de PID lo lograron: entablan aquella relación tan esperada de manera presencial.
Llegaron al instituto y no tenían idea de qué hacer. Los primeros esperaron afuera del edificio a que les permitieran el ingreso mientras que los que se acercaron más tarde se fueron sumando de a poco al aula donde ya se encontraba la docente.
Una vez que todos estaban allí, se hizo evidente el entusiasmo que cada uno de los chicos tenía, similar al de un bebé cuando comienza a dar sus primeros pasos o al de un chico que aprende a andar en bicicleta, sin rueditas, y sin caer.
Predominaba una sensación de rareza en el lugar debido al largo trayecto recorrido sin siquiera haberse visto. No obstante, las risas no tardaron en llegar y la tensión del ambiente se diluyó con el correr de los minutos. Luego, la felicidad de los rostros, la dicha de conocerse y de poder por fin entrar a un estudio de radio y así saber de todos los elementos que lo componen.
Los alumnos esperan ansiosos poder volver a recorrer esos pasillos para descubrir aún más al instituto, en especial aquellos lugares en donde todavía no estuvieron.
Por fin, cursar
(Milton Montenegro)
Primer día de presencialidad, tras una larga espera mirando pantallas y después de tantas idas y vueltas. Los alumnos de la carrera de periodismo deportivo de segundo año pudieron pisar el recinto en el que tanto anhelaban estar.
Si bien algunos pudieron hacerlo anteriormente, al abonar cuotas e inscripciones y recorrer el IES brevemente, no era la misma sensación que hacerlo por fin al cursar.
Una mejoría entre tantos problemas: los alumnos se encontraron, conversaron y rieron. Esta vez, sin el wifi de por medio. Ahora mismo, al cursar después de las 20 horas, los jóvenes no quieren saber nada de tener que padecer la experiencia vía Meet que los marcó durante un año y medio.
Si bien aún habrá que seguir en un sistema “híbrido”, la sensación de charlar cara a cara y hablar sobre el futuro fue todo entusiasmo, entre tanto caos en el mundo.
Volver
(Valentín González)
El estudio de radio, los pasillos, las ventanas, un saludo, algún amigo o esa famosa ochava ausente de calle La Rioja de la que tanto habla el profesor que trata de enseña a mirar como cronistas, y que por fin varios alumnos lograron observar.
Muchos se preguntaron por cómo iba a ser la primera vez. Cómo sería ese encuentro en la institución, que hasta ahora era solo digital.
Alumnos, profesores y directivos no fueron capaces de aguantar la emoción y el entusiasmo. Lograron traspasar la barrera virtual, en un encuentro colmado de miradas, dudas, temor, risas y por supuesto alegría.
Luego de la larga monotonía que perturba a cualquiera, los jóvenes pudieron volver. La comunicación pudo volver.
En estos tiempos de silencio la educación fue decayendo y la motivación se fue deshaciendo, pero aun así la resiliencia grupal ganó, hoy están acá, con las manos arriba para decirse hola o recibir un spray de alcohol, los próximos periodistas.
Normalidad nueva
(Bruno Galván)
Por segundo año de Periodismo Integral y Deportivo, los estudiantes asistieron al establecimiento ubicado en calle Tucumán 2721, donde también conocieron el estudio de radio.
Cumpliendo los estrictos protocolos, pudieron verse cara a cara por primera vez desde el inicio de la carrera, y todos mostraron su afecto para con los demás. Algunos de ellos mantienen una relación de años anteriores, pero dijeron que siempre es oportuno hacer nuevos amigos y conocer también a algunos de sus profesores.
El 12 de mayo en el aula del IES que ocupó segundo año de PID reinaba un ambiente de alegría y entusiasmo por comenzar la etapa de la “nueva normalidad”, que no ha sido “normalidad de nuevo”.
El regreso
(Nicolás Sosa)
En la semana anterior tuvieron la gran noticia: el 12 de mayo llegaría la oportunidad de concurrir a las aulas y tener clases presenciales por primera vez en lo que va del cursado, bajo estrictos protocolos.
La espera duró más de un año, hasta que por fin llegó el día donde se pudo visualizar la luz al final del túnel y el alumnado pisó las aulas del establecimiento en Tucumán 2721.
Por fin, pudieron verse las caras, además de conocer sus voces y alguna que otra foto. Para los estudiantes fue un alivio y una gran satisfacción. No ocultaron su alegría. Aprovecharon para saludarse y, aunque no esté permitido, darse algún que otro abrazo.
La vuelta a la presencialidad opacó todo tipo de prohibición o restricción. De todas formas, siempre con el tapabocas puesto y respetando el distanciamiento.